Desde hace un tiempo, y ante la realidad que hoy vivimos, puedo ver como se le ha dado paso a la importancia de la salud de nuestro cuerpo, un gran olvidado en el tiempo. La preocupación a "no enfermar" ocupa el primer lugar en la lista de deseos. La frecuencia con la que atiendo personas con trastornos de ansiedad, nos habla de que ya no tenemos el control absoluto de nuestra mente y que debemos asentir a los síntomas físicos para poder calmar la mente, no al revés como se pensaba antes.

Todo esto muestra un movimiento en el que el pensamiento  pierde fuerza para pasar al cuerpo, la calma de la mente a través de la meditación, el cuidado de la alimentación, el ejercicio y sus beneficios. El pensamiento ahora como el gran aliado del cuerpo...pero estamos olvidando lo más importante LAS EMOCIONES, que son las que al ser reprimidas generan síntomas y un pensamiento repetitivo y algunas veces obsesivo.

Muchas veces cuando apoyo a una persona con síntomas ansiosos que limitan su vida, encuentro en esa exploración, que han sido generados por una sucesión de emociones ante una situación difíci, que la persona no se permitió expresar. Una mujer que atendí hace algún tiempo, descubrió, que no recordaba que había tenido que salvar a su familia trabajando desde muy jóven y ahora cuando  le despiden de su trabajo actual, no sólo se siente devastada por esto, sino que trae esa vivencia y la une para generar síntomas físicos limitantes. Su cuerpo está hablándole de lo que tenía que expresar y separar, pero su mente le traía una sensación de ser débil y no poder permitirse llorar y sentirse vulnerable.

Es una urgencia ante esta vivencia mundial, que nos detengamos a mirar nuestras emociones y que abramos el corazón para entender que el cuerpo es un contenedor de emociones y así sanamos o enfermamos por dejar dentro de nosotros  el dolor, la rabia, etc. A veces sólo basta preguntarnos ¿ Cómo me siento ? ¿Qué me recuerda esta situación? y así las sensaciones corporales que nos muestran lo que no queremos ver, disminuyen en el tiempo. 

La mente estará al servicio del cuerpo y las emociones, porque no podremos engañarnos ni poner afuera la culpa.

Déjate ayudar!!

Yereana C